Discriminación por motivos estéticos, una situación incómoda
Convivir en una sociedad difícil
Cuando nos encontramos con una situación de discriminación estética en la que una persona o grupo de personas son tratados de una forma perjudicial y dañina debido a alguna malformación, discapacidad, daño estético, un físico no aceptado por la persona, o prejuicios causados por la sociedad, nos damos cuenta de que aún hoy en día determinadas personas tienen dificultades para ser aceptadas por la sociedad actual.
Dificultades en la convivencia diaria
Es difícil que la sociedad admita o contemple a personas discapacitadas, que padezcan obesidad, malformaciones genéticas, o daños estéticos causados por alguna enfermedad o traumatismo, existiendo un trato discriminatorio en aspectos importantes de la vida. Pero a pesar de la venda que presentan muchos sujetos sobre sus ojos, este tipo de personas tienen las mismas necesidades, capacidades e intereses que el resto de la población.
Existen empresarios que se han resistido y negado a contratar trabajadores que presentasen algún tipo de problema (malformación, discapacidad, obesidad o daños estéticos), e incluso propietarios que se han negado a alquilar sus casas a personas que no cumpliesen determinados requisitos físicos.
Las personas que sufren alguno de los problemas anteriormente citados han sido históricamente ocultadas, ignoradas y ofendidas o denigradas por los habitantes de una población. Tanto en la antigüedad como en la actualidad, el físico sigue siendo lo que primero entra por nuestros ojos.
La discriminación estética ocurre a todos los niveles de la educación, desde la escuela hasta la universidad, siendo los compañeros menos deseados los que padecen algún tipo de problema estético, ya que es requerido tener un patrón estéticamente normal para ser aceptado en un entorno concreto.
Exclusión social por razones estéticas
Cada vez que se discrimina a una persona se hace porque es diferente a los demás. A pesar de tratarse de una minoría de la población, es importante empatizar con las personas y no discriminar a nadie por su situación y aspecto físico, ya que estas personas se sienten humilladas cotidianamente y debemos entender que son personas que tienen sentimientos, sueños y deseos al igual que el resto de la población.
Todos somos diferentes en uno u otro aspecto, y nadie puede determinar realmente lo que es normal o anormal estéticamente. El excluido por razones estéticas y que no cumple los cánones dominantes del momento lamentablemente es discriminado. No se puede juzgar a las personas simplemente por el aspecto u apariencia que tengan.
El mundo de la estética solventa la discriminación
Muchas personas han dejado de sufrir esta discriminación y exclusión social poniéndose en manos profesionales con personal cualificado en estética, solucionando así el problema que impide al sujeto llevar una vida diaria normal y feliz. El sector de la estética ha llegado con fuerza en el mundo de los tratamientos de belleza para agraciar a sus clientes con las demandas solicitadas.
Muchas personas que han sufrido por su apariencia y se han decidido a eliminar su malestar físico y psicológico a través de tratamientos y procedimientos ofrecidos por su centro estético, solucionando el problema de belleza que le atormentaba se han integrado satisfactoriamente en la sociedad, sintiéndose mejor consigo mismo.
Sobre el Autor
© Artículo escrito por el equipo de redacción de ICCEstético (Instituto Clínico Capilar y Estético) y, revisado y aprobado por nuestro médico diplomado en medicina estética.
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